A pesar de los bajos presupuestos, tomando el contexto estadounidense, en donde dos millones de dólares son considerados una suma risible, el cine independiente siempre tiene algo que decir.
Winter’s Bone, la ganadora del festival de Sundance 2010, alcanzó a colocarse, con todo merecimiento, entre las candidatas al Oscar por mejor película.
Ree Dolly (Jennifer Lawrence) tiene 17 años, es hija de padre delincuente y madre enferma; tiene dos hermanos. Su progenitor es apresado y posteriormente liberado bajo fianza, ofreciendo como garantía la casa en la que viven. Días después de salir de la cárcel desaparece, la policía lo busca y amenaza con expropiar la casa, para cubrir el monto de la fianza. Ree no está dispuesta a que su familia quede en la calle y decide buscar a su padre, iniciando un viaje hacia un paisaje blanco e inhóspito, poblado de “cocineros” de metanfetaminas, quienes se refugian en lo profundo del invierno estadounidense.
La principal fortaleza de la película se encuentra en el tono narrativo que la directora (Debra Granik) le imprime. La historia adquiere preponderancia desde el primer minuto de proyección y discurre en forma pausada hasta que llega el desenlace.
Se trata de un relato humano, demasiado humano, en donde la violencia y el horror están omnipresentes, sin convertir la trama en nota roja de telenoticiero.
La fotografía del film, blanca y fría, ayuda a construir la atmósfera adecuada para el desarrollo de la acción y las locaciones constituyen el complemento ideal para los personajes.
El peso de la cinta recae sobre Jennifer Lawrence, la joven actriz demuestra que tiene la capacidad de interiorizar un personaje difícil, quien a su corta edad ha sido golpeada por la vida. Su gran trabajo de interpretación está basado en tres aspectos: la expresión facial, la versatilidad de la mirada y el timbre de voz, con ellos transmite el peso que carga. Su performance le valió para que la academia la nominara a mejor actriz principal.
El otro personaje que sobresale es el de John Hawkes, hermano del padre desaparecido. Interpreta a un tipo ambiguo y duro de carácter; quizá le hacen falta algunos minutos más en pantalla, para darle mayor importancia a su papel.
De guión sólido y bien elaborado, Winter’s Bone es una producción filmada con menos de dos millones de dólares de presupuesto. Posee una estructura con pocas fisuras: la falta de desarrollo de los personajes de reparto y su ritmo cadencioso, quizá llegue a aburrir a los espectadores menos pacientes. De cualquier forma, tiene más virtudes que defectos, es un ejemplo de cómo la falta de dinero se compensa con talento y habilidad narrativa.
Calificación 8/10
Yo no sé si le daría un 10, pero si sé que en mi escala personal, no baja de 9.
ResponderEliminarMe parece que vos le bajaste la nota por no ser comercialmente atractiva. Al menos eso entiendo cuando decís que "(quizás) llegue a aburrir a los espectadores menos pacientes"
Gracias por el post, y me gustaría que comentaras Black Swan.
Un cordial saludo.
Estimado: Fijate que no le bajé la nota por no ser comercial, de hecho la mayoría de los dramas son poco comerciales, la taquilla se la llevan, casi siempre, las películas de verano.
ResponderEliminarTraté de señalar algunos defectos de Winter's Bone, principalmente la falta de desarrollo de los personajes secundarios, y el ritmo cadencioso, que en algunos pasajes llega a cansar. De cualquier forma, pienso que las películas calificadas entre 8 y 10 van de buenas a excelentes.
Por ahí tengo la crítica de Black Swan, en cualquier momento la subo.
Saludos