Discutir el tema de la tenencia y la venta de armas de fuego siempre es motivo de polémica.
En un debate, en ese sentido, los que están en contra llevan las de
perder; imagine usted a un defensor de las armas de fuego enojado porque
alguien le diga que hace mal portando una.
El de la tenencia de armas es uno de los temas de “Bowling for Columbine”, título original de la película Masacre en Columbine.
Se trata de uno de los más incisivos documentales que se hayan
filmado en los Estados Unidos; como incendiario y subversivo lo ha
calificado la crítica.
Escrito y dirigido por Michael Moore (nacido en Flint, Michigan,
USA), el filme de poco más de ciento veinte minutos, es la síntesis de
unas doscientas horas de grabación, las cuales dieron como resultado un
irónico y punzante ensayo sobre las causas de la violencia en la
sociedad estadounidense.
Moore parte de dos de los hechos que conmocionaron a la sociedad
estadounidense en la década de los noventas; el atentado dinamitero en
Oklahoma y la masacre perpetrada por dos estudiantes en la secundaria de
Columbine.
Con esas dos tragedias como punto de fuga construye una inteligente
cinta, en ella pone en evidencia, entre otras cosas, la falta de
tolerancia de los que están a favor de la tenencia de armas de fuego.
La ironía que proyecta el documental, hace que las risas ocasionadas
por lo absurdo de las situaciones que se narran sean sustituidas, casi
de inmediato, por gestos de asombro y profunda reflexión.
El trabajo de Moore es un verdadero tratado en contra de las armas de
fuego, pero no las acusa de ser el principal motivo de la violencia; la
causa principal, según él, es la cultura del miedo en la cual han
vivido los estadounidenses; situación que explica en un excelente corto
animado en el que, con toda libertad, expone como el país más rico del mundo
construyó su riqueza sobre los cadáveres de los nativos y doscientos
años de esclavitud; es decir, no pagó ni un centavo por ella.
Bowling for Columbine es una película que posee muchos elementos que
la hacen merecedora de ser vista, entre ellos la capacidad periodística
de Michael Moore, misma que pone de manifiesto en las brillantes
entrevistas que realiza a personajes tan disímiles como: Charlton Heston y Marilyn Manson, no está de más decir que con el primero barre y trapea la pantalla. Se la recomiendo, vale la pena verla, después tendrá un interesante tema de conversación.
Calificación 10/10.
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